La idea del Babyclip está inspirada en lo que la poetisa africana Tolba Phanem llama las canciones del alma.
Phanen narra en uno de sus relatos cómo en el norte de Namibia, cuando una mujer de la tribu Himba sabe que va a ser madre, se reúne con el resto de mujeres en la selva, debajo de un árbol, y juntas meditan hasta que les es revelada la canción del futuro bebé. Cuando eso ocurre, regresan juntas a la comunidad y se la enseñan al resto de las personas, quienes la cantarán durante el embarazo, el parto y en los momentos importantes de la vida del niño.
Cada persona tiene un nombre, una canción y una vibración especial que le hace única. En esto creemos para crear los babyclips. Por ello, a través de contenido audiovisual, mezclamos las imágenes favoritas de sus hijos con una canción única, pensada y creada especialmente para él. De esa manera, su hijo siempre contará su canción del alma, acompañándole, arropándole y recordándole quién es.
Esta canción es el símbolo de su identidad y le acompañará siempre, en sus triunfos y en sus errores, para que nunca olvide quién es y para mostrarle el camino a casa cuando se sienta perdido.